Ya no sé si es el tiempo que va muy deprisa, o voy yo muy despacio y nadie me avisa

sábado, 21 de enero de 2012

Amor u obsesión. ¿Cuál es la línea que las separa? 
Lo que diferencia amor y obsesión, es sencillo: el sacrificado "déjala ser".
Me refiero al "está bien. ¿No me querés? Andá. Seguí tu camino." Es JODIDÍSIMO decir eso.
Pero creo que ahí está la clave.
Y es ahí cuando decís: "está bien, no soy para vos. Pero te quiero, así que... andá."
Suena a "tomátela, gil", pero no, no es así. Yo lo dije con el tono de "... que seas feliz". A tu manera. Pero yo no quiero tomarte de la mano si tirás para otro lado.
Es eso a lo que me refiero. A no atar a una persona, a coartarle la libertad, a censurarla...
Así es cuando se sufre más, me parece.
Sufre la persona que quiere al otro. Sufre el que es retenido. Sufre el tercero, que quiere a alguno de los dos.
La obsesión, entonces, me parece que incluye algo más egoísta: el "te quedás conmigo". ¿Quién no busca la felicidad propia? Pero ¿acaso se llega a la felicidad coartando la del otro? A mí me parece que no. Creo que el amor es todo lo contrario al egoísmo.
Ya lo dijo Gottfried Leibniz, «amar es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad». 
Hay algo de egoísmo en la frase en sí, pero, a la vez, habla de la felicidad de otro. De un individuo ajeno a nosotros, pero que nos influye.
Entonces, volvemos a lo opuesto al egoísmo. El sacrificio propio por la felicidad de quien amamos.
Suena difícil, casi incomprensible, pero, sobre todo, contradictorio.

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